martes, 29 de diciembre de 2015

Rojo y Negro 296


Despedimos el año con el último número de Rojo y Negro, el 296, de diciembre. 
Si pincháis sobre la portada podréis acceder al pdf.



Y pinchando aquí, podéis leer la addenda cultural que lo acompaña.


domingo, 13 de diciembre de 2015

Sobre la publicación de los salarios de la plantilla municipal


El actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Parla está demostrando tener mucha prisa en algunos asuntos. Debe de ser por la proximidad de las elecciones generales, o por las ganas de ser el primero y así destacar a Parla en el conjunto de ayuntamientos gobernados por el PP, como nueva plaza, modélica y proactiva.
Que las prisas no son buenas consejeras lo sabe todo el mundo y, sin embargo, ahí están. Y que algo tan evidente no impida que se siga actuando con prisas hace pensar en otras posibilidades y otras intenciones.
Todo esto viene a cuento por la publicación de los salarios de la plantilla municipal hace unos días, y sobre ello queremos opinar.
Ante todo, estamos de acuerdo con que los ciudadanos tienen derecho a conocer el salario de sus trabajadores municipales. Reconocemos haber sido informados por la representación de la Administración sobre la intención de publicarlos y haber aceptado la propuesta, pero hablamos de información, no de acuerdo; es decir, aceptamos de buen grado publicar la información, pero en absoluto estamos de acuerdo con el modo en que se ha hecho, aspecto éste del que no se ha hablado en ningún momento.
Así, una vez vista la noticia en la web municipal, creemos que es nuestra responsabilidad aclarar que esa información había de publicarse teniendo en cuenta tres factores.

  1. Ese ejercicio de transparencia ha de aplicarse respetando otro ejercicio al que cualquier persona tiene también derecho: la protección de datos. Eso no parece haberlo tenido en cuenta el equipo de gobierno, cuando hay puestos que están asociados inequívocamente a determinadas personas.
  2. Si se publican los salarios, deben evitarse las chapuzas y las tergiversaciones, porque de no ser así se entra en contradicción con la idea misma que promueve la iniciativa. En la información publicada, tomada de un mes en concreto, hay cantidades que no obedecen a la realidad habitual; por ejemplo, salarios que puntualmente son más elevados porque el/la trabajador/a durante ese periodo estaba supliendo a otro/a; de igual modo que, por otro lado, hay salarios que tienen incorporado el prorrateo de las pagas extraordinarias y parecen más elevados de lo que son, mientras que el resto no lo tiene reflejado así.
  3. Publicar los salarios netos puede sugerir e incluso exponer situaciones personales y familiares (embargos, cuotas, cargas...) que no aportan nada al conocimiento de los ciudadanos sobre el gasto público y en cambio pueden afectar negativamente a los trabajadores afectados.
Es decir, que la publicación de una información tan sensible se merecía una explicación clara y concisa, para evitar malentendidos y ofrecer una imagen realmente transparente, igual que la que se da para otros asuntos incluidos en la noticia, o como la que se omite, porque si de ejercicio de transparencia hablamos no estaría de más hacer públicos, por ejemplo, los currículos de los asesores contratados; así podrían conocer los ciudadanos el nivel de cualificación que tienen quienes están por encima de los técnicos municipales.
El haber eludido las mínimas explicaciones y contextualización da que pensar y, por ese motivo, en CGT descartamos que sea el deseo de transparencia la causa de esa publicación; creemos, en cambio, que la transparencia es la excusa perfecta para aplicar una o varias de estas tres posibilidades:

  • Exponer a la plantilla municipal ante los vecinos de Parla para manejar su popularidad -o impopularidad- como moneda de cambio cuando se acometan las reformas que quieren emprenderse esta legislatura.
  • Enfrentar a unos trabajadores con otros, dividir, en suma, para desviar la atención de la Administración, verdadera responsable de las desigualdades existentes, y así tener más fuerza a la hora de reorganizar la plantilla municipal.
  • Utilizar todo lo anterior para reorganizar la plantilla municipal a la baja.

Hay otra manera de hacer las cosas... Siempre hay otra manera de hacer las cosas y elegir la mejor no nos parece que sea ni más difícil ni más costoso ni, por supuesto, menos útil que la peor. Al contrario, es así como se demuestra la responsabilidad, la buena fe y las auténticas ganas de mejorar.